Desde que tengo uso de razón, el pozole ha sido de mis platillos favoritos. De niña, cuando ibamos a Aguascalientes de visita a ver a la parentela Villalobos, era tradición ir a la Cenaduría San Antonio única y exclusivamente para comer el mejor pozole del mundo (o al menos esa era mi idea). Preparar pozole es la excusa ideal para convocar a reunión familiar, lo hacía mi abuela Tita, lo hace mi madre, lo hacen mis tías. Recuerdo el día en que mi madre me llamó para invitarnos a comer a su casa porque había preparado pozole y yo no quise comer porque me dio asco, fue el día en que sospeché que estaba embarazada (fue el 4 de mayo de 2006, un día antes de la boda de mis queridos Karla y Juan Carlos) y efectivamente dos días después ya tenía en mano mi prueba de laboratorio confirmando la feliz noticia. Verán pues que el pozole está presente en momentos importantes de mi vida, de ahí la urgente necesidad de aprender a prepararlo. Esta fue mi primera vez, confieso que siempre me había dejado querer y no confiaba en mi capacidad de lograr un buen pozole, me parecía algo complicadísimo. Le pedí a mi madre la receta, pero siempre nos ganaba la emoción de ponernos al corriente con las últimas aventuras de mis hijos cuando nos veíamos online, por eso pasaron las semanas y no me daba el dato. Por fin un día, ya que tenía todos los ingredientes en casa, el antojo a todo lo que da y el valor de "just do it", me dí a la búsqueda online. Después de consultar más de 10 recetas, usé mi sentido común, mi memoria del gusto y decidí armar la mía. El resultado fue maravilloso, te podría decir que es "la cosa más sencilla del mundo" y quedo delicioso, que fue la respuesta unánime de los otros 15 mexicanos radicados en York (más los agregados culturales chilenos, británicos y alemanes) que disfrutaron de las delicias del pozole de Doña Mariana. Aquí les comparto la receta.
Pozole Rojo (rinde para 6-8 porciones)
Ingredientes
1 kg de pierna de cerdo o lomo de cerdo o pollo
1 cebollla grande
2 chiles anchos
2 chiles guajillo
2 dientes de ajo
800 gms de maiz para pozole (cacahuazintle)
1 lechuga iceberg
5-8 rabanitos
2 chiles verdes
orégano seco
sal
limones
tostadas
Preparación
Usa aproximadamente 3 litros de agua, con sal y media cebolla. Si optas por la pierna de cerdo o el pollo, cuece la pieza completa, para después desmenuzarla a mano. En el caso del lomo, te sugiero cortarlo en cuadros (del tamaño que sea fácil manejar con la cuchara). El tiempo de cocción a fuego medio será de aproximadamente una hora y media en el caso del cerdo, poco menos para el pollo. Al cocer el puerco se forma una espuma en la superficie, hay que retirarla y descartarla antes de agregarle el chile.
Hierve los chiles, no necesitas mucha agua, sólo la suficiente para que los cubra en el hervor. Cuando estén listos, que será al cabo de unos 5 minutos, licúalos con los dientes de ajo. Suena obvio, pero no olvides quitarles el tallo y las semillas antes de hervirlos. Por cierto, si quieres que pinte más, agrega otro guajillo y otro ancho, acá esos chiles son caros, por eso usé sólo dos y dos, que resultó suficiente para dar buen sabor y color al caldo, pero si vives en la tierra de la abundancia, Mexico lindo y querido... pues ¡échale de perdis uno más!
El maíz se debe enjuagar muy bien, unas tres veces mínimo. Agrégalo al caldo junto con la carne y añade el chile licuado. Deja a fuego lento unos 30 minutos para que se integren bien los sabores. Rectifica sabor agregando la sal necesaria. En este punto a mí me gusta agregar un poco de orégano, pero hay quienes lo dejan al gusto y lo agregan en la mesa.
Prepara los "adornos" del pozole para presentarlos en la mesa. Orégano seco, para aquellos que quieran agregarle la pizca extra, los chiles verdes y la cebolla bien picados, la lechuga en tiritas y los rabanitos en rodajas delgadas. El limón es opcional, aquí en Inglaterra es caro, el equivalente a 5 pesos cada uno, por eso usamos uno para los cuatro, pero en mi tierra hay quienes hacen una limonada en su plato de pozole, ya eso queda al gusto. Uy y si puedes conseguir o hacer las tostadas bien crujientes, resultan excelentes para acompañar... ya se me hizo agua la boca.
Buen provecho y se vale repetir plato, eso es de ley.
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